Desde hace unos años el mundo empezó a mirar con otros ojos a los emprendedores... personas capaces de crear nuevos mundos desde un sueño, “psicóticos sublimes” que desarrollan proyectos, potencian los talentos de sus equipos, crean empleo y amplían el horizonte de desarrollo de cualquier comunidad.
Muchos medios y personalidades dedican espacio a esta tendencia global, pero revisando tendencias, me encontre con un término que considero una falla del idioma: los microemprendedores.
Si desmembramos la palabra, el prefijo “micro” implica tamaño chico... entonces un microemprendedor ¡¡¡es un emprendedor chiquito!!!, esta relación es tan contradictoria, como dañina.
El término emprendedor esta relacionado a una forma de vida distinta, a ver la realidad y obligarse a uno mismo a intentar cambiarla, a pensar en términos globales, a soñar y soñar que lo podemos hacer, ya que somos convencidos de que "si podemos soñarlo, podemos hacerlo", como decía Walt Disney.
Considero que lo que existe son microempresas, o microproyectos en marcha, nunca microemprendedores. O acaso Google, Microsoft o HP no fueron en algún momento microempresas con emprendedores en su máxima expresión?
Desde el momento en que los emprendedores empiecen a ser "micro", me bajo del tren.
2 comentarios:
Es un tema dialectico.
Lo importante, creo, es llevar a cabo tus proyectos, y que los demas te llamen como quieran ...
Me gusta tu análisis Pablo... saludos y suerte en tus emprendimientos.
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